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Cómo fotografiar tus obras como un profesional sin serlo.

Una breve guía para que tengas fotos de tu arte sin morir en el intento.

por: @berenicedesmond

Fotografiar tu obra con dignidad y luz propia

Guía práctica para mostrar tu arte como merece

La mayoría de las obras no nacen para quedarse guardadas. Aunque el artista haya sido tímido, la obra siempre quiere ver mundo. Y hoy, más que nunca, mostrarla con claridad, belleza y respeto puede abrir puertas: ferias, convocatorias, redes, galerías.

Este tutorial está pensado para artistas visuales emergentes o consolidados, especialmente para quienes no tienen formación en fotografía ni equipamiento profesional. Si sos adulto mayor y querés aprender a registrar tus obras con autonomía, o si sos joven y estás dando tus primeros pasos, este texto es para vos.

Vamos de a poco. Sin tecnicismos innecesarios. Con paciencia y sentido común.

1. ¿Qué necesitás? Muy poco. Y lo tenés.

  • Un celular con cámara (preferentemente moderno, pero no importa la marca)

  • Una ventana por donde entre luz natural

  • Una pared o fondo neutro (si es color blanco, crudo, crema: mejor)

  • Una silla, banquito o trípode improvisado

  • Alguna app gratuita para editar fotos (como Snapseed o Lightroom Mobile)

2. La luz: que sea suave, que abrace

La luz es todo. No hay buena foto sin buena luz.

  • Buscá un ambiente luminoso, pero sin sol directo. La luz que entra por una ventana durante la mañana o cerca del atardecer es ideal.

  •  Poné la obra cerca de esa ventana, de manera que la luz la bañe desde un costado, no de frente ni desde atrás.

Si la luz es muy fuerte, colgá una tela blanca o una cortina translúcida. Eso suaviza los contrastes.

 

3. La obra, recta y bien presentada

  • Si es una pintura, colgala en la pared, a la altura de tus ojos.

  • Si es una escultura o una pieza tridimensional, usá una mesa o pedestal.

  • Si es una obra pequeña, podés apoyarla sobre una cartulina blanca o gris claro.

Asegurate de que esté limpia, sin polvo ni huellas. Los detalles importan.
Los márgenes también: dejá algo de espacio alrededor de la obra, que respire.

4. La cámara: enfrente, nunca en ángulo

  • Poné el celular justo enfrente de la obra. Si está en la pared, que la cámara esté paralela, no desde arriba ni de costado.

  • Podés ayudarte con una silla, un cajón o incluso tu propio pulso apoyado en una mesa. Lo importante es que la imagen no esté deformada.

Si tu celular tiene opción de “cuadrícula” en la cámara, activala: te ayudará a alinear.

5. Evitá el flash y los filtros

El flash genera brillos feos y falsos. No lo uses.
Los filtros que a veces se ven bonitos en redes sociales, alteran los colores reales. Y tu obra debe ser fiel a sí misma.

6. Sacá varias tomas

No te quedes con una sola foto. Probá con distintas distancias:

  • Una general (que se vea toda la obra)

  • Una de detalle (una pincelada, una textura, un gesto)

  • Una que muestre el contexto (una esquina del taller, una mano que toca la obra)

Eso le da humanidad al registro. Tu arte no es una postal: es una historia.

7. Editá con suavidad

Usá apps como Snapseed (Android o iPhone) o Lightroom Mobile. Son gratuitas y muy intuitivas.

¿Qué podés corregir?

  • Brillo: si quedó muy oscura, subilo levemente.

  • Contraste: para definir mejor los contornos.

  • Recorte: para encuadrar justo la obra.

  • Horizonte: para que no quede torcida.

 No uses la opción “mejorar con un toque”. Editá vos. La máquina no conoce tu obra, vos sí.

8. Guardá en buena calidad

Cuando guardes la imagen, asegurate de no reducir su tamaño.

Si la vas a mandar por mail para una convocatoria, evitá reenviarla por WhatsApp, porque baja la calidad. Mejor usar correo directo o subirla a Drive.

9. Firmá o identificá tu obra

Si tu obra está firmada, asegurate de que se vea la firma en la foto.

Si no, agregá un pequeño texto al pie de la imagen con tu nombre y el título de la obra, usando una tipografía discreta.

Para cerrar

Fotografiar tu obra no es solo registrarla. Es presentarla al mundo.
Una imagen clara, bien hecha, puede ser la puerta de entrada a una muestra, a un coleccionista, a otro artista que te admire. No hace falta ser técnico, ni joven, ni tener la última cámara. Basta con mirar con atención y cuidar los detalles. Tu obra ya hizo su parte. Ahora le toca a tu mirada.

Berenice Desmond

Nicolás Pontón | Nada más extraño

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